terça-feira, 21 de dezembro de 2010

ECLIPSE LUNAR Se completó el último eclipse total de luna del año. Se pudo observar a simple vista y se repetiría recién en junio del año que viene. Fue el primer eclipse total de Luna después de casi tres años, en los que sólo hubo eclipses lunares parciales. Varios vecinos se reunieron en el Planetario porteño para observar este fenómeno que coincide con el solsticio de verano en el Hemisferio Sur. A diferencia del anterior eclipse total de Luna -que se produjo el 20 de febrero de 2008 y que pudo observarse aquí en todo su desarrollo por encima del horizonte- en la Argentina éste sólo es visible en su primera fase. Algunos expertos platearon que este eclipse probablemente fue más oscuro que otros anteriores ya que en la atmósfera aún perduran los efectos de la reciente erupción del volcán del Monte Merapi, en Indonesia, lo que influirá para que la Luna eclipsada adopte tonos marrones. El eclipse de Luna de este 21 de diciembre tuvo una magnitud de 1,257, tres veces superior al parcial del pasado 26 de junio, y fue visible en todas sus fases en América del Norte y Central, Groenlandia, Islandia y noroeste de Sudamérica. En Europa, oeste de Africa, este de Asia y sudeste de América del Sur, incluida la Argentina, su visibilidad fue reducida ya que en unos se verá el comienzo y en otros el fin del eclipse, pero no su fase central. En algunos lugares como México, Alaska o Hawaii, el primer contacto se realizó cuando todavía no había llegado la medianoche, o sea, aún siendo el día 20. ECLIPSE LUNAR Se completó el último eclipse total de luna del año. Se pudo observar a simple vista y se repetiría recién en junio del año que viene. Fue el primer eclipse total de Luna después de casi tres años, en los que sólo hubo eclipses lunares parciales. Varios vecinos se reunieron en el Planetario porteño para observar este fenómeno que coincide con el solsticio de verano en el Hemisferio Sur. A diferencia del anterior eclipse total de Luna -que se produjo el 20 de febrero de 2008 y que pudo observarse aquí en todo su desarrollo por encima del horizonte- en la Argentina éste sólo es visible en su primera fase. Algunos expertos platearon que este eclipse probablemente fue más oscuro que otros anteriores ya que en la atmósfera aún perduran los efectos de la reciente erupción del volcán del Monte Merapi, en Indonesia, lo que influirá para que la Luna eclipsada adopte tonos marrones. El eclipse de Luna de este 21 de diciembre tuvo una magnitud de 1,257, tres veces superior al parcial del pasado 26 de junio, y fue visible en todas sus fases en América del Norte y Central, Groenlandia, Islandia y noroeste de Sudamérica. En Europa, oeste de Africa, este de Asia y sudeste de América del Sur, incluida la Argentina, su visibilidad fue reducida ya que en unos se verá el comienzo y en otros el fin del eclipse, pero no su fase central. En algunos lugares como México, Alaska o Hawaii, el primer contacto se realizó cuando todavía no había llegado la medianoche, o sea, aún siendo el día 20. La zona de sombra del eclipse tuvo un diámetro equivalente a unas tres veces el de la Luna y el cono de penumbra fue cinco veces mayor que el satélite. Esto implicó que el eclipse penumbral durará poco más de cinco horas y media, el eclipse umbral casi tres horas y media, y el eclipse total una hora y 12 minutos. ECLIPSE LUNAR





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Se completó el último eclipse total de luna del año. Se pudo observar a simple vista y se repetiría recién en junio del año que viene. Fue el primer eclipse total de Luna después de casi tres años, en los que sólo hubo eclipses lunares parciales. Varios vecinos se reunieron en el Planetario porteño para observar este fenómeno que coincide con el solsticio de verano en el Hemisferio Sur.
A diferencia del anterior eclipse total de Luna -que se produjo el 20 de febrero de 2008 y que pudo observarse aquí en todo su desarrollo por encima del horizonte- en la Argentina éste sólo es visible en su primera fase.
Algunos expertos platearon que este eclipse probablemente fue más oscuro que otros anteriores ya que en la atmósfera aún perduran los efectos de la reciente erupción del volcán del Monte Merapi, en Indonesia, lo que influirá para que la Luna eclipsada adopte tonos marrones.
El eclipse de Luna de este 21 de diciembre tuvo una magnitud de 1,257, tres veces superior al parcial del pasado 26 de junio, y fue visible en todas sus fases en América del Norte y Central, Groenlandia, Islandia y noroeste de Sudamérica. En Europa, oeste de Africa, este de Asia y sudeste de América del Sur, incluida la Argentina, su visibilidad fue reducida ya que en unos se verá el comienzo y en otros el fin del eclipse, pero no su fase central.
En algunos lugares como México, Alaska o Hawaii, el primer contacto se realizó cuando todavía no había llegado la medianoche, o sea, aún siendo el día 20.
La zona de sombra del eclipse tuvo un diámetro equivalente a unas tres veces el de la Luna y el cono de penumbra fue cinco veces mayor que el satélite. Esto implicó que el eclipse penumbral durará poco más de cinco horas y media, el eclipse umbral casi tres horas y media, y el eclipse total una hora y 12 minutos.
A las 4.41 la luna quedó totalmente tapada.  En ese momento estuvo cerca del horizonte por lo que hubo que estar en un lugar despejado para verla.